En 1993, Steven Spielberg cambió la historia del cine con el estreno de Jurassic Park, un filme que, con el apoyo de los efectos especiales, revolucionó la forma en que el público veía a los dinosaurios en la gran pantalla. La película, basada en la novela de Michael Crichton, no solo fue un fenómeno de taquilla, recaudando más de 1,000 millones de dólares a nivel mundial, sino que también dio origen a una de las franquicias más exitosas del cine de ciencia ficción y aventuras. Sin embargo, pocos saben que el plan original del cineasta era llevar el realismo a otro nivel, apostando más por efectos prácticos en lugar de depender tanto de la incipiente tecnología CGI.
Durante la preproducción de Jurassic Park, el también director de E.T. el extraterrestre y Tiburón contemplaba inicialmente el uso de animatronics avanzados y una técnica llamada go-motion para traer a la vida a los dinosaurios en las tomas de acción. Esta técnica, una evolución de la animación en stop-motion, había sido utilizada en proyectos previos con gran éxito, y la intención de Spielberg era mantenerse lo más fiel posible a la apariencia y movimiento de estos seres prehistóricos, sin recurrir en exceso a los efectos digitales.

El plan original de Spielberg: más realismo y menos efectos digitales
En una entrevista para The Hollywood Reporter, Phil Tippett, supervisor de efectos visuales de la película, reveló que Spielberg tenía una visión muy clara de cómo quería representar a los dinosaurios. La meta era que se vieran como seres vivos de carne y hueso, lo que lo llevó inicialmente a inclinarse por animatronics avanzados y la técnica de go-motion. Esta última consistía en una evolución de la animación en stop motion, con la que Tippett ya había trabajado en filmes como Star Wars y RoboCop, y que permitía simular el movimiento de los dinosaurios de manera fluida.
Sin embargo, cuando Dennis Muren, un experto en efectos visuales de Industrial Light & Magic, presentó una prueba de animación generada por computadora, Spielberg quedó sorprendido. La demostración digital de un tiranosaurio en movimiento tenía una naturalidad impresionante y una fluidez que los efectos prácticos no podían igualar. Fue entonces cuando el director decidió cambiar el rumbo de la producción, apostando por CGI para traer a la vida a los dinosaurios con un nivel de realismo sin precedentes.

A pesar del cambio de planes, Spielberg nunca perdió de vista su idea original: quería que los dinosaurios parecieran reales, no caricaturas. "Quiero un realismo absoluto, que se vean como si estuvieran de verdad ahí", comentó en una entrevista con Empire. Para lograrlo, combinó efectos digitales pioneros con espectaculares animatrónicos creados por Stan Winston y su equipo. Esta fusión de técnicas permitió que los dinosaurios de Jurassic Park se sintieran creíbles y aterradores al mismo tiempo, una fórmula que el director perfeccionó con el tiempo.
El impacto de Jurassic Park en la industria fue revolucionario. La mezcla de efectos prácticos y CGI no solo asombró a la audiencia en 1993, sino que también sentó un precedente para el cine de ciencia ficción y fantasía en las décadas siguientes. La película se convirtió en un clásico instantáneo y dio inicio a una franquicia que, casi tres décadas después, sigue expandiéndose con nuevos títulos como Jurassic World Rebirth (de Gareth Edwards con Scarlett Johansson) programado para estrenarse en 2025.
