En el mundo del cine, hay grandes momentos que nacen casi por accidente, como el error desliz de diálogos de Leonardo DiCaprio dio lugar a una escena icónica en Titanic o Anne Hathaway cayéndose de verdad en Diario de la princesa. Pero hay otras cintas que pasan por años para llegar a la gran pantalla, pero que a pesar de haber tomado tanto tiempo para realizarse, logran convertirse en verdaderas joyas del séptimo arte.
Esta película es uno de esos casos que, literalmente, nadie quiso financiar, dirigir o protagonizar durante casi dos décadas, y que fue nominada a seis categorías de los Premios Oscar y que terminó ganando tres estatuillas doradas, incluyendo Mejor Actor. Esta cinta fue donde el mundo vio la impresionante transformación física de Matthew McConaughey, pero que esconde detrás una historia de perseverancia, pasión y rechazo.
Se trata de Dallas Buyers Club, cuyo proyecto comenzó en los años 90, cuando el guionista Craig Borten decidió contar la historia real de Ron Woodroof, un electricista de Texas que fue diagnosticado con VIH en los 80, una época donde el estigma era tan letal como la enfermedad. Ron, al verse sin opciones médicas viables en Estados Unidos, empezó a importar tratamientos alternativos del extranjero, creando un "club de compradores" para distribuirlos a otras personas que, como él, buscaban una oportunidad para vivir.
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Dallas Buyers Club era una historia potente, conmovedora, con potencial para sacudir conciencias, pero Hollywood no lo vio así desde el principio. De hecho, el proyecto fue rechazado por casi todos los estudios importantes: mientras que algunos lo consideraban demasiado polémico, otros pensaban que era un tema deprimente, y unos simplemente no querían tocar el tema del VIH/SIDA en un momento en que todavía era tabú en muchas partes.
El primer intento serio por filmarla fracasó en 1996. Después, la idea pasó años y años siendo rebotada de productora en productora, hasta que finalmente, en la década de los 2010, Matthew McConaughey levantó la mano para protagonizarla. El actor, conocido por comedias románticas, bajó más de 20 kilos para interpretar a Ron, se metió de lleno en el personaje, y convenció a la gente de que la película era algo importante.
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Más tarde sumó Jared Leto, quien también transformó completamente su físico para interpretar a Rayon, una mujer trans con VIH que se convierte en amiga y socia de Ron. Finalmente, el director Jean-Marc Vallée, quien luego dirigiría Big Little Lies, se unió al proyecto en 2012 y él fue clave para darle esa estética cercana y emocional que Dallas Buyers Club necesitaba.
Y el resultado fue simplemente espectacular. Cuando Dallas Buyers Club se estrenó en 2013, nadie lo podía creer. Además de los premios, la cinta generó conversaciones sobre el acceso a tratamientos, la discriminación, y la resistencia de quienes luchan contra el sistema para sobrevivir. Y por si fuera poco, resucitó la carrera de McConaughey, haciendo que el actor transitara a papeles serios y complejos, como el de Interestelar. Puede que nadie la quisiera hacer al principio, pero al final, fue el mundo entero quien no pudo dejar de hablar de ella.
